Comenzamos el nuevo año y lo hacemos conmemorando la festividad de "María, Madre de Dios". Una fiesta que se celebra a los ocho días del nacimiento de Jesús. María se entregó al plan de Dios desde el momento de su "fiat". Gracias a ese sí, Dios mismo pudo encarnarse para cumplir su plan de salvación. No sólo recordamos que María es la Madre de Dios, sino que también es la Madre de la Iglesia y Madre nuestra, ya que así lo quiso Cristo en la cruz. La respuesta firme y amorosa de María a la voluntad de Dios la convierte en guía y modelo para todo cristiano.
El 1 de enero celebramos también la jornada mundial de la paz, este año con el lema "la no violencia: un estilo de política para la paz".
"Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla. En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz". Francisco I.
¡FELIZ AÑO 2017!
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