lunes, 26 de febrero de 2018

HEBREAS 2018

Ntra. Sra. de los Dolores
(Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y San Cristóbal)

Ntra. Sra. de los Dolores
(Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y San Cristóbal)

Ntra. Sra. de los Dolores(Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y San Cristóbal)

Ntra. Sra. de los Dolores(Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y San Cristóbal)
María Stma. de la Esperanza
(Hermandad de Jesús en el Descendimiento y María Stma. de la Esperanza)

María Stma. de la Esperanza
(Hermandad de Jesús en el Descendimiento y María Stma. de la Esperanza)

María Stma. de la Esperanza(Hermandad de Jesús en el Descendimiento y María Stma. de la Esperanza)

María Stma. de la Esperanza
(Hermandad de Jesús en el Descendimiento y María Stma. de la Esperanza)

María Stma. en la Amargura
(Hermandad de Jesús Nazareno y Stmo. Cristo en la Agonía)

María Stma. en la Amargura
(Hermandad de Jesús Nazareno y Stmo. Cristo en la Agonía)

María Stma. en la Amargura
(Hermandad de Jesús Nazareno y Stmo. Cristo en la Agonía)

María Stma. en la Amargura
(Hermandad de Jesús Nazareno y Stmo. Cristo en la Agonía)
Ntra. Sra. de la Soledad
(Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y San Cristóbal)

Ntra. Sra. de la Soledad(Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y San Cristóbal)

Ntra. Sra. de la Soledad
(Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y San Cristóbal)


martes, 20 de febrero de 2018

ACTO DE LA PRESENTACIÓN DEL CARTEL

Como todos los años, la Junta de Hermandades de Pasión fue la encargada de organizar el acto de la presentación del cartel de la Semana Santa de Villarrubia de los Ojos. Se continuó con las representaciones de la pasión que se han venido llevando a cabo en años anteriores. Este año, y finalizando así el ciclo, se ha representado la Resurrección del Señor, contando con imágenes de las tres hermandades de pasión. Cristo Resucitado (Hermandad de Jesús Nazareno y Santo Cristo en la Agonía), María Magdalena (Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad de la Vera Cruz y de San Cristóbal) y el Ángel (Hermandad de Jesús en el Descendimiento y María Santísima de la Esperanza).
Se llevó a cabo también la presentación de un video promocional de nuestra Semana Santa, que ha sido elaborado por Francisco Javier Sánchez Crespo, quien fue obsequiado por su colaboración con esta Junta de Hermandades, así como José Miguel Verbo, quien elabora los dibujos para el cartel anunciador del acto y por último a Antonio Illescas y Alberto Beamud, por su colaboración en cuanto a imágenes fotográficas sobre nuestra Semana Santa.
Intervinieron también los presidentes de las tres hermandades de pasión, quienes dedicaron unas palabras a los asistentes, y por último doña Encarnación Medina (alcaldesa de la localidad) y don Julián Pérez (parróco) quienes fueron los encargados de desvelar el Cartel anunciador de nuestra Semana Santa 2018.
El acto se cerró con la intervención de la banda de cornetas y tambores "Jesús Nazareno", quienes interpretaron varias marchas. 
Cristo Resucitado (Fotografía: Alberto Beamud)

Oliver Carrtero. Presidente Junta Hermandades (Fotografía: Alberto Beamud)

Valentín Mora. Presidente Hermandad Esperanza (Fotografía: Alberto Beamud)


Ángel Ruiz. Presidente Hermandad de Jesús (Fotografía: Alberto Beamud)


Jesús M. Plana. Presidente Hermandad Soledad (Fotografía: Alberto Beamud)


Dª Encarnación y D. Julián (Fotografía: Alberto Beamud)


Banda Jesús Nazareno (Fotografía: Alberto Beamud)


(Fotografía: Alberto Beamud)


lunes, 19 de febrero de 2018

CARTEL DE LA SEMANA SANTA 2018

La Semana Santa 2018 de Villarrubia de los Ojos ya tiene su cartel. Este año es obra de Javier Cervantes Soria, tanto fotografías como montaje.

Preside el cartel la imagen de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén (La Borriquilla) perteneciente a la Junta de Hermandades de Pasión de Villarrubia de los Ojos.


"Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre aquel sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. Los que iban delante daban voces, diciendo: "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén..." (Mc. 11, 7-11).

La composición tiene como protagonista a Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, quien ocupa la parte central del cartel. Así mismo, aparece el misterio completo, que procesiona en la mañana del Domingo de Ramos. 
A los pies de la imagen, encontramos diferentes elementos que representan la pasión y muerte de nuestro Señor, y que pertenecen a diferentes pasos de las tres hermandades de nuestra localidad. Éstos, están colocados sobre un pañuelo, que simboliza el dolor de la Madre, María, en sus diferentes advocaciones.
Como fondo, la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, centro de la vida cristiana de nuestro pueblo. 
También aparece el símbolo de la resurrección, ya que la Resurrección de Cristo es el fundamento de la Fe cristiana. No podemos quedarnos en la cruz, Cristo, con su Resurrección vence sobre la muerte y el pecado.

miércoles, 14 de febrero de 2018

CUARESMA 2018

Comenzamos un nuevo tiempo litúrgico, la Cuaresma, un tiempo que nos invita a la conversión de cara a la celebración de la Pascua. A lo largo de este camino de cuarenta días que comenzamos hoy, debemos mirarnos en el espejo de Cristo, con el fin de que nuestra conversión consista en vivir su Palabra y de este modo unirnos a Dios. 
A continuación dejamos el mensaje de cuaresma del Papa Francisco.





«Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (Mt 24,12)

Queridos hermanos y hermanas:

            Una vez más nos sale al encuentro la Pascua del Señor. Para prepararnos a recibirla, la Providencia de Dios nos ofrece cada año la Cuaresma, «signo sacramental de nuestra conversión», que anuncia y realiza la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida.

            Como todos los años, con este mensaje deseo ayudar a toda la Iglesia a vivir con gozo y con verdad este tiempo de gracia; y lo hago inspirándome en una expresión de Jesús en el Evangelio de Mateo: «Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (24,12).

            Esta frase se encuentra en el discurso que habla del fin de los tiempos y que está ambientado en Jerusalén, en el Monte de los Olivos, precisamente allí donde tendrá comienzo la pasión del Señor. Jesús, respondiendo a una pregunta de sus discípulos, anuncia una gran tribulación y describe la situación en la que podría encontrarse la comunidad de los fieles: frente a acontecimientos dolorosos, algunos falsos profetas engañarán a mucha gente hasta amenazar con apagar la caridad en los corazones, que es el centro de todo el Evangelio.

Los falsos profetas

            Escuchemos este pasaje y preguntémonos: ¿qué formas asumen los falsos profetas?

            Son como «encantadores de serpientes», o sea, se aprovechan de las emociones humanas para esclavizar a las personas y llevarlas adonde ellos quieren. Cuántos hijos de Dios se dejan fascinar por las lisonjas de un placer momentáneo, al que se le confunde con la felicidad. Cuántos hombres y mujeres viven como encantados por la ilusión del dinero, que los hace en realidad esclavos del lucro o de intereses mezquinos. Cuántos viven pensando que se bastan a sí mismos y caen presa de la soledad.

            Otros falsos profetas son esos «charlatanes» que ofrecen soluciones sencillas e inmediatas para los sufrimientos, remedios que sin embargo resultan ser completamente inútiles: cuántos son los jóvenes a los que se les ofrece el falso remedio de la droga, de unas relaciones de «usar y tirar», de ganancias fáciles pero deshonestas. Cuántos se dejan cautivar por una vida completamente virtual, en que las relaciones parecen más sencillas y rápidas pero que después resultan dramáticamente sin sentido. Estos estafadores no sólo ofrecen cosas sin valor sino que quitan lo más valioso, como la dignidad, la libertad y la capacidad de amar. Es el engaño de la vanidad, que nos lleva a pavonearnos… haciéndonos caer en el ridículo; y el ridículo no tiene vuelta atrás. No es una sorpresa: desde siempre el demonio, que es «mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44), presenta el mal como bien y lo falso como verdadero, para confundir el corazón del hombre. Cada uno de nosotros, por tanto, está llamado a discernir y a examinar en su corazón si se siente amenazado por las mentiras de estos falsos profetas. Tenemos que aprender a no quedarnos en un nivel inmediato, superficial, sino a reconocer qué cosas son las que dejan en nuestro interior una huella buena y más duradera, porque vienen de Dios y ciertamente sirven para nuestro bien.

Un corazón frío

            Dante Alighieri, en su descripción del infierno, se imagina al diablo sentado en un trono de hielo; su morada es el hielo del amor extinguido. Preguntémonos entonces: ¿cómo se enfría en nosotros la caridad? ¿Cuáles son las señales que nos indican que el amor corre el riesgo de apagarse en nosotros?

            Lo que apaga la caridad es ante todo la avidez por el dinero, «raíz de todos los males» (1 Tm 6,10); a esta le sigue el rechazo de Dios y, por tanto, el no querer buscar consuelo en él, prefiriendo quedarnos con nuestra desolación antes que sentirnos confortados por su Palabra y sus Sacramentos. Todo esto se transforma en violencia que se dirige contra aquellos que consideramos una amenaza para nuestras «certezas»: el niño por nacer, el anciano enfermo, el huésped de paso, el extranjero, así como el prójimo que no corresponde a nuestras expectativas.

            También la creación es un testigo silencioso de este enfriamiento de la caridad: la tierra está envenenada a causa de los desechos arrojados por negligencia e interés; los mares, también contaminados, tienen que recubrir por desgracia los restos de tantos náufragos de las migraciones forzadas; los cielos —que en el designio de Dios cantan su gloria— se ven surcados por máquinas que hacen llover instrumentos de muerte.

            El amor se enfría también en nuestras comunidades: en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium traté de describir las señales más evidentes de esta falta de amor. estas son: la acedia egoísta, el pesimismo estéril, la tentación de aislarse y de entablar continuas guerras fratricidas, la mentalidad mundana que induce a ocuparse sólo de lo aparente, disminuyendo de este modo el entusiasmo misionero.

¿Qué podemos hacer?

            Si vemos dentro de nosotros y a nuestro alrededor los signos que antes he descrito, la Iglesia, nuestra madre y maestra, además de la medicina a veces amarga de la verdad, nos ofrece en este tiempo de Cuaresma el dulce remedio de la oración, la limosna y el ayuno.

            El hecho de dedicar más tiempo a la oración hace que nuestro corazón descubra las mentiras secretas con las cuales nos engañamos a nosotros mismos, para buscar finalmente el consuelo en Dios. Él es nuestro Padre y desea para nosotros la vida.

            El ejercicio de la limosna nos libera de la avidez y nos ayuda a descubrir que el otro es mi hermano: nunca lo que tengo es sólo mío. Cuánto desearía que la limosna se convirtiera para todos en un auténtico estilo de vida. Al igual que, como cristianos, me gustaría que siguiésemos el ejemplo de los Apóstoles y viésemos en la posibilidad de compartir nuestros bienes con los demás un testimonio concreto de la comunión que vivimos en la Iglesia. A este propósito hago mía la exhortación de san Pablo, cuando invitaba a los corintios a participar en la colecta para la comunidad de Jerusalén: «Os conviene» (2 Co 8,10). Esto vale especialmente en Cuaresma, un tiempo en el que muchos organismos realizan colectas en favor de iglesias y poblaciones que pasan por dificultades. Y cuánto querría que también en nuestras relaciones cotidianas, ante cada hermano que nos pide ayuda, pensáramos que se trata de una llamada de la divina Providencia: cada limosna es una ocasión para participar en la Providencia de Dios hacia sus hijos; y si él hoy se sirve de mí para ayudar a un hermano, ¿no va a proveer también mañana a mis necesidades, él, que no se deja ganar por nadie en generosidad?

            El ayuno, por último, debilita nuestra violencia, nos desarma, y constituye una importante ocasión para crecer. Por una parte, nos permite experimentar lo que sienten aquellos que carecen de lo indispensable y conocen el aguijón del hambre; por otra, expresa la condición de nuestro espíritu, hambriento de bondad y sediento de la vida de Dios. El ayuno nos despierta, nos hace estar más atentos a Dios y al prójimo, inflama nuestra voluntad de obedecer a Dios, que es el único que sacia nuestra hambre.

            Querría que mi voz traspasara las fronteras de la Iglesia Católica, para que llegara a todos ustedes, hombres y mujeres de buena voluntad, dispuestos a escuchar a Dios. Si se sienten afligidos como nosotros, porque en el mundo se extiende la iniquidad, si les preocupa la frialdad que paraliza el corazón y las obras, si ven que se debilita el sentido de una misma humanidad, únanse a nosotros para invocar juntos a Dios, para ayunar juntos y entregar juntos lo que podamos como ayuda para nuestros hermanos.

El fuego de la Pascua

            Invito especialmente a los miembros de la Iglesia a emprender con celo el camino de la Cuaresma, sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración. Si en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo.

            Una ocasión propicia será la iniciativa «24 horas para el Señor», que este año nos invita nuevamente a celebrar el Sacramento de la Reconciliación en un contexto de adoración eucarística. En el 2018 tendrá lugar el viernes 9 y el sábado 10 de marzo, inspirándose en las palabras del Salmo 130,4: «De ti procede el perdón». En cada diócesis, al menos una iglesia permanecerá abierta durante 24 horas seguidas, para permitir la oración de adoración y la confesión sacramental.

            En la noche de Pascua reviviremos el sugestivo rito de encender el cirio pascual: la luz que proviene del «fuego nuevo» poco a poco disipará la oscuridad e iluminará la asamblea litúrgica. «Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu», para que todos podamos vivir la misma experiencia de los discípulos de Emaús: después de escuchar la Palabra del Señor y de alimentarnos con el Pan eucarístico nuestro corazón volverá a arder de fe, esperanza y caridad.


     


viernes, 9 de febrero de 2018

PRESENTACIÓN DEL CARTEL DE LA SEMANA SANTA 2018

El próximo domingo 18 de febrero, tendrá lugar la presentación del cartel de la Semana Santa 2018. 
El acto tendrá lugar en el salón de actos del colegio Santa Rosa (Madres Dominicas) a las 20:30h.

El cartel anunciador del acto, ha sido elaborado por el artista local D. José Miguel Verbo Sánchez-Crespo, y cuyo tema se basa en la resurrección de Cristo, fundamento de nuestra fe. Desde la Junta de Hermandades de Pasión, agradecer la colaboración desinteresada que cada año nos presta.


Cartel anunciador del acto

" ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado."
 Lucas 24:5-6
La Semana Santa es un tiempo de reflexión y de aprendizaje a través de los hechos que se acontecen en la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Por ello el cartel muestra el sudario del Señor, del cual se ha despojado como símbolo de la resurrección. Dando su vida por los hombres pecadores para salvar al mundo.
La rama de Olivo simboliza la paz y el espiritu de Dios.   Al mismo tiempo la paloma, y destacando que guió a Noe con el arca, también como simbolo de esperanza.
El cartel quiere hacer reflexionar entendiendo que ante cualquier adversidad, como cuando una puerta se cierra, una ventana se abre al mundo. Renovándose y resucitando del mundo de pecadores (porque en definitiva somo seres humanos) y guiados por rayos de esperanza de la paloma. Y abrazados por la eternidad, el circulo, se presenta de forma bella y de perfección, porque no tiene ni principio ni fin, símbolo de lo sagrado y del cielo.

El ser humano es débil y debe resurgir y encontrar el camino de la luz y del perdón, haciendo un mundo más humano.