sábado, 26 de diciembre de 2020

NAVIDAD SOLIDARIA

Hoy comienza la campaña de recogida de ropa, productos de aseo, juguetes y comida no perecedera. Para colaborar puedes hacerlo los días 26 y 27 de diciembre, de 11 a 13 horas, en la Capilla de la Esperanza. 

Lo recogido irá destinado a la sociedad San Vicente Paul de Ciudad Real. 



viernes, 25 de diciembre de 2020

FELIZ NAVIDAD


 

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE NTRO. SEÑOR JESUCRISTO

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.

Él estaba en el principio junto a Dios.

Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él.

No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.

El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.

En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.

Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.

Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.

Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,

ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.

Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de él y grita diciendo:

«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».

Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.

Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.

A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.




domingo, 20 de diciembre de 2020

IV DOMINGO DE ADVIENTO

 Cuarto domingo de Adviento (Lc 1,26-38). 

“Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.”

Llegamos al final de este camino del Adviento, en el que la cuarta vela encendida nos señala la proximidad del nacimiento del Señor.




domingo, 13 de diciembre de 2020

Festividad de Santa Lucía

Cada 13 de diciembre, la Iglesia celebra la fiesta de Santa Lucía, patrona de la vista, porque, según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente la fe y volvió a recobrar la vista.

Según “las actas” de Santa Lucía, ella nació en Siracusa, Secilia (Italia), en una familia noble, rica, y fue educada en la fe. Su padre murió durante su infancia e hizo voto de virginidad en secreto. Su madre Eutiquia, sin saber, la animaba a contraer matrimonio con un joven pagano.

Santa Lucía acompañó a su madre a orar ante la tumba de Santa Agata para que obtenga la curación de sus hemorragias. Dios escuchó sus oraciones y la Santa le dijo a su madre que deseaba consagrarse a Dios y repartir su fortuna entre los pobres. Eutiquia le dio el permiso.

El pretendiente de Lucía se molestó y delató a la santa como cristiana. El juez insistió para que desistiera, pero Santa Lucía le respondió: “Es inútil que insista. Jamás podrá apartarme del amor a mi Señor Jesucristo”

El juez la amenazó con prostituirla y ella le dijo: "El cuerpo queda contaminado solamente si el alma consiente". Esta frase era muy admirada por Santo Tomás de Aquino porque corresponde con el principio moral de que no hay pecado si no se consiente el mal.

Por la gracia de Dios, los guardias no pudieron mover a Santa Lucía del sitio de donde estaba y la sentencia no pudo cumplirse, entonces trataron de quemarla en la hoguera y también fracasaron. Por último la decapitaron y, aun así, Santa Lucía siguió exhortando a los fieles para que permanezcan firmes.

En la edad media se le invocaba contra las enfermedades de los ojos, tal vez porque su nombre significa “luz”.  Esto originó varias leyendas como la de que el tirano mandó a los guardias que le sacaran los ojos y ella recobró la vista.

En 1894 descubrieron una inscripción sepulcral en las catacumbas de Siracusa con el nombre de Santa Lucía, la mártir que, con certeza, vivió en el siglo IV.




III DOMINGO DE ADVIENTO, DOMINGO DE GAUDETE

 Tercer Domingo de Adviento. 

Domingo de “Gaudete”, del gozo y la alegría.

"En medio de vosotros hay uno al que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia" (Jn 1, 26-27).

Juan Bautista, testigo eminente del Señor. No es la luz, pero la señala, es el que anuncia la Palabra.






lunes, 7 de diciembre de 2020

SOLEMNE EUCARISTÍA EN HONOR A MARÍA STMA. EN LA AMARGURA

Este lunes 7 de diciembre celebraremos una solemne Eucaristía en honor a  María Santísima en la Amargura y por todos nuestros hermanos difuntos.

Nuestra Madre Nazarena se ubicara en el altar de la Parroquia, donde podrá ser venerada por todo aquel que lo desee. Por la situación tan especial en que nos encontramos no podrá realizarse su besamanos.

Este dia, también celebramos el 5° aniversario de su bendición, que se produjo el 7 de diciembre de 2015, siendo recibida dos días antes, el 5 de diciembre en nuestro pueblo. 5 años donde "nuestra Amargura" esta muy presente en el corazón de sus nazarenos y de su pueblo.

Que ella nos de fuerzas para superar esta situación.



domingo, 6 de diciembre de 2020

II Domingo de adviento

II Domingo de Adviento. "Enderezad los senderos del Señor" (Marcos 1, 1-8).

Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Como está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino; una voz grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos”»; se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Él los bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».