sábado, 15 de septiembre de 2018

FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES


Hoy 15 de septiembre, la Iglesia conmemora a Nuestra Señora de los Dolores. 

A las 20:00 h., en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, tendrá lugar el rezo de la Corona Servita, donde se meditarán los siete dolores que padeció la Santísima Virgen. 
A las 20:30 h., dará comienzo la Solemne Eucaristía en honor a la Santísima Virgen de los Dolores. Al término de la misma se procederá a besar el pie de la Sagrada Imagen que pertenece a la Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad, la Vera Cruz y San Cristóbal.


Un día después de la Fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Iglesia conmemora a Nuestra Señora de los Dolores. Esta devoción viene desde muy antiguo y fue en 1814 que el Papa Pío VII estableció esta celebración para el 15 de septiembre.
En una ocasión la Virgen María le comunicó a Santa Brígida de Suecia (1303-1373) lo siguiente: “miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos”.

“Por eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios”.

La Madre de Dios prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores.

Asimismo, según San Alfonso María de Ligorio (1696-1787), Jesucristo reveló a Santa Isabel de Hungría que Él concedería cuatro gracias a los devotos de los dolores de su Santísima Madre.







viernes, 14 de septiembre de 2018

FESTIVIDAD DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Hoy 14 de Septiembre la Iglesia celebra la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz. En la tarde de hoy se celebrará una Solemne Eucaristía en honor al Santísimo Cristo de la Agonía, titular de la Hermandad de Jesús Nazareno y Stmo. Cristo en la Agonía. Tras la celebración se procederá a besar el pie de la Sagrada Imagen.

Hacia el año 320 la Emperatriz Elena de Constantinopla encontró la Vera Cruz, la cruz en que murió Nuestro Señor Jesucristo, La Emperatriz y su hijo Constantino hicieron construir en el sitio del descubrimiento la Basílica del Santo Sepulcro, en el que guardaron la reliquia.



Años después, el rey Cosroes II de Persia, en el 614 invadió y conquistó Jerusalén y se llevó la Cruz poniéndola bajo los pies de su trono como signo de su desprecio por el cristianismo. Pero en el 628 el emperador Heraclio logró derrotarlo y recuperó la Cruz y la llevó de nuevo a Jerusalén el 14 de septiembre de ese mismo año. Para ello se realizó una ceremonia en la que la Cruz fue llevada en persona por el emperador a través de la ciudad. Desde entonces, ese día quedó señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la Vera Cruz. 






domingo, 9 de septiembre de 2018

festividad de Santa María de la Cabeza

Hoy 9 de septiembre, celebramos la festividad de Santa María de la Cabeza.                                    
Santa María de la Cabeza (Hermandad de San Isidro Labrador)
María de la Cabeza nació en Madrid o no lejos de esta localidad. Sus padres, piadosos y honestos, pertenecían al grupo de los llamados mozárabes. Fue esposa de san Isidro Labrador. No es fácil decir con qué santidad y trabajos llevó su vida de mujer casada. Sus ocupaciones eran arreglar la casa, limpiarla, guisar la comida, hacer el pan con sus propias manos, todo tan sencillo que lo único que brillaba en su vida eran la humildad, la paciencia, la devoción, la austeridad y otras virtudes, con las cuales era rica a los ojos de Dios. Con su marido era muy servicial y atenta. Vivían tan unidos como si fueran dos en una sola carne, un solo corazón y un alma única. Le ayudaba en los quehaceres rústicos, en trabajar las hortalizas, y en hacer pozos no menos que en el oficio de la caridad, sin abandonar nunca su continua oración.
Como ambos esposos no tenían mayor ilusión que llevar una vida pura y fervorosamente dedicada a Dios, un día se pusieron de acuerdo para separarse, después de criar su único hijo, quedándose él en Madrid, y ella marchándose a una ermita, situada en un lugar próximo al río Jarama. Su nuevo género de vida solitaria, casi celeste, consistía en obsequiar a la Virgen, hacer largas y profundas meditaciones, teniendo a Dios como maestro, limpiar la suciedad de la capilla, adornar los altares, pedir por los pueblos vecinos ayuda para cuidar la lámpara, y otros menesteres.
Estando entregada a esta clase de vida piadosa, unos hombres enemigos, sembradores de cizaña en aquel campo tan limpio de malas hierbas, comunicaron a Isidro que hacía mala vida con los pastores. El santo varón, buen conocedor de la fidelidad y del pudor de su esposa, rechazó a los delatores como agentes del diablo. De todos modos quiso saber de donde habían sacado aquellas especulaciones. La siguió los pasos uno de tantos días. Con sus propios ojos vio que su mujer, como de costumbre, con la mayor naturalidad, se acercó al río, que, aquel día bajaba lleno de agua,  por las lluvias abundantes caídas y, con mucho ímpetu extendió su mantilla sobre la corriente y, como si fuera una barquilla, pasó tranquilamente a la otra orilla, sin dificultad alguna. Con la contemplación directa de esta escena, repetida en otros días, el honor de esta mujer continuó intacto ante su marido y ante los vecinos de la comarca.
En los últimos años de su vida regresó a Madrid y de nuevo empezó a vivir con la admirable vida santa de antes. Después de morir su marido, volvió a su querida casa de la Virgen, como si fuera una ciudad bien defendida por Dios. En este lugar murió, llena de años y méritos.
Fue enterrada piadosa y religiosamente en la misma ermita, en un lugar, especialmente escogido por miedo a una posible profanación de los sarracenos. Cuando éstos fueron expulsados a sus tierras africanas, vigente todavía el ejemplo de la vida santa de esta mujer, fueron localizados sus restos, gracias a una inspiración del cielo. Al sacarlos, todos advirtieron un olor especialmente agradable, nunca percibido.

Hoy sus restos se veneran en Madrid. Muchos aseguran que hace incontables milagros, principalmente curaciones repentinas de dolores de cabeza. Todas esas circunstancias, examinadas por jueces apostólicos, hicieron que Inocencio XII aprobara su culto inmemorial y que últimamente Benedicto XIV le concediera Misa y Oficio propio, asignando la fiesta para un día de mayo en Madrid y en toda la diócesis toledana.

viernes, 7 de septiembre de 2018

FIESTA DE LA NATIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA

Hoy la Iglesia celebra la fiesta del nacimiento de la Virgen María. Y para los villarrubieros, el 8 de septiembre es un día que está muy marcado en nuestros corazones, pues es el día grande de nuestra localidad, el día de Nuestra Patrona la Santísima Virgen de la Sierra. 



jueves, 6 de septiembre de 2018

FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

El próximo 15 de septiembre celebramos la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores. 
A las 20:00 h., en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, tendrá lugar el rezo de la Corona Dolorosa, donde se meditarán sobre los siete dolores de la Santísima Virgen.
A las 20:30 h., dará comienzo la Solemne Eucaristía en honor a María Santísima de los Dolores. 
Al término de la misma, se procederá a besar el pie de la Sagrada Imagen.


miércoles, 5 de septiembre de 2018

XV VERBENA DE LA ESPERANZA

Un año más, con motivo de las fiestas patronales, la Hermandad de Jesús en el Descendimiento y María Santísima de la Esperanza organiza la "Verbena de la Esperanza". Son ya 15 años los que la hermandad lleva organizando esta verbena, donde los principales protagonistas son los más pequeños.
Tendrá lugar el próximo 11 de septiembre, desde las 11:00 h., en la C/ Emilio Nieto.


lunes, 3 de septiembre de 2018

EXALTACIÓN DE LA CRUZ

El próximo día 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Cruz, la Hermandad de Jesús Nazareno y Santísimo Cristo en la Agonía, celebrará una solemne función religiosa a su titular, el Santísimo Cristo de la Agonía. Tras la Eucaristía se procederá a besar el pie de la sagrada imagen. 


El 14 de septiembre se celebra la Exaltación de la Santa Cruz “en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente”, como dijo alguna vez San Juan Pablo II. 
En el siglo IV, la emperatriz Santa Elena encontró el madero en que murió Cristo Redentor. Sin embargo, en el 614 la Cruz fue tomada de Jerusalén por los Persas como trofeo de guerra. 
Más adelante, el emperador Heraclio la rescató y el madero retornó a la Ciudad Santa un 14 de septiembre de 628. Desde entonces se celebra litúrgicamente esta festividad.